miércoles, 5 de agosto de 2009

Y usted, ¿Quiere ser arquitecto? (3)....

Si a los arquitectos no les gusta lo que hacen otros arquitectos es señal de que algo pasa con el gusto. Esto puede deberse, en parte, a que las escuelas de arquitectura han dejado de ser lo que eran en el siglo XVIII: 'des écoles de beaux arts'. La consideración de la belleza, de entonces a la fecha, ha ido perdiendo interés al grado de no ser contemplada en los programas de estudios de las escuelas de arquitectura. Por lo que para contrarrestar los efectos ocasionados por los malos gustos de los arquitectos, puede ser recomendable, además de asistir a la facultad de arquitectura, acudir a una ‘academia de belleza’. Ahí se puede completar la formación de los arquitectos que aspiran hacer obras bellas, gracias, a la diversidad de clases que se imparten y que presumiblemente tienen que ver con eso, por ejemplo: cabello corto, técnica de uñas, decorado de pincel, colorimetría, permanente de pestañas, perfilado y planchado de cejas, maquillaje social, diseño de rostro, entre muchas otras.

A. di Valdeterra

1 comentario:

  1. Pero tampoco hay que dejar pasar que existen nuevas "tendencias" en cuanto a la profesionalización de la belleza, o mejor dicho el cuidado de "la imagen".

    Especialidades como "Diseño de Imagen Corporativa" (que no queda claro si se refiere a el cuerpo de una empresa o de una persona), "Imagen Empresarial de Alto Nivel", "Diseño de Imagen Pública" (aunque la "privada" sea un desastre), hasta se antoja una especialidad referente al "Cambio de Look" por aquello de las remodelaciones o intervenciones en el ámbito coloquial a que se ve enfrentado "el arquitecto" o "el restaurador"...

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